Hoy por hoy tengo la plena consciencia de que la gratitud, esa que se expresa mas allá de la palabra, que es sentida desde la emoción, desde el corazón, es mágica, y no se trata de ser agradecidos para que la vida nos recompense.
No recuerdo que en casa o en la escuela me enseñaran a agradecer por el simple hecho se honrar la persona que me presto su servicio, en cambio el constructo que tengo en mi mente es de tener que dar las gracias para quedar bien, por que era lo correcto, esto fue lo que me enseñaron; a decir gracias para que en una próxima oportunidad volvieran a hacerme favores y que a la vez no quedara mal.
Tengo días de profundo agradecimiento, días en los que le doy las gracias a Dios, a la vida, al universo por esta existencia maravillosa, por tener salud, por mis extremidades, por mis pensamientos, por la información que recibo, por ser un canal de sabiduría, por el sol, por la luna, por las plantas......por todo doy gracias....y empece a hacerlo cuando mi consciencia entro en expansión, entendí que todo lo que vivo es realmente un regalo y si bien me enseñaron a repetir esta palabra por que también mi familia lo aprendió y como todo, los patrones de comportamiento son heredados en la crianza, sabia solo desde mi mente que ser agradecida era importante, no obstante hoy agradezco con el corazón, no con la mente. Incluso agradezco los errores, las criticas, el que me juzguen, agradezco lo que para este mundo de las formas parece malo pero que en realidad no lo es, porque te esta mostrando un poco de tu sombra, eso que de repente requerimos sanar, perdonar y trascender.
Tengo mucho que agradecerle a Dios, por ejemplo: lo que he vivido a lo largo de mi vida, agradezco mi presente y agradezco lo que vendrá en mi futuro que aunque lo desconozco se que sera lo mejor para mi, por que parte de este camino de agradecer me permite fluir por la vida, sin pretensiones, sin expectativas solo con la firme certeza de que el plan de Dios es perfecto y que al merecer lo mejor esto sera lo recibiré.
Así que mi invitación es para que abras tu corazón y le des cabida al agradecimiento, que empieces a entonar esta palabra con total consciencia, esta úsala como un mantra, cada mañana y cada noche antes de dormir. Cada vez que quieras decirla, solo dila, piénsala y siéntela como un refresco para tu ser.
Namasté mis Almas.
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