Conocer el propósito de vida es una de las tantas preguntas que me hacen mis coachees y consultantes, y es que soy una convencida de que cada ser humano en esta existencia tiene un plan de alma, un propósito de vida, que se ha trazado desde el mismo momento de su creación, y no es que lo hallamos olvidado, más bien bloqueamos lo que sentimos, no escuchamos, no nos permitimos sentir nuestro corazón y allí es donde se encuentra la información del para que, del sentido de nuestra vida.
Cuando era niña soñé con ser músico, bailarina, pintor, escritora y más, no obstante recuerdo lo mucho que me gustaba hablar y enseñar. El liderazgo en mi fue un don nato, al igual que la empatía y la sensibilidad para relacionarme y conectar con otros niños incluso mayores que yo. Y no es que quisiera ser maestra, en realidad hablaba de cómo veía la vida, siempre refute por algo que consideraba era erróneo, siempre pregunte absolutamente todo, es más desde muy temprana edad, cuestionaba todo lo que me decían y es que hoy entiendo que se desarrollaba en mí la habilidad del discernimiento.
Aquí es donde debo confesar que por muchos años no tuve sueños propios, a medida que crecía me desconectaba o más bien me desconectaban, con la mejor de las intenciones, la sociedad, la familia y el sistema en general quiere niños normales, niños que solo obedezcan, que no pregunten, que no cuestionen, y mucho menos que hagan comentarios. El criterio de un niño en aquella época y me atrevería a decir que todavía en esta, no es relevante.
Nuestros sueños reales, verdaderos siempre están en nuestro corazón, no nos atrevemos a verlos, a escucharlos porque los hemos bloqueado con miedos, creencias limitantes y toda la información que recibimos a lo largo de nuestra vida. Afinar nuestros sentidos es parte de nuestra responsabilidad, cada vez que tenemos ese llamado de nuestro corazón con crisis vitales, o con situaciones aparentemente dolorosas son esos regalos de la vida, encarrilándote en el camino, permitiéndote conectar contigo mismo, no hagas caso omiso, todo lo que ocurre en nuestra vida es para nuestra sanación y crecimiento, para nuestra evolución.
Estate atento a todo aquello que te mortifique, que no te haga feliz, ese es un buen comienzo para encontrarte con tu propósito de vida, el universo nos sostiene, nos da las herramientas para todo lo que necesitamos saber, somos parte de Dios, su poder y sabiduría esta en cada uno de nosotros, no temas, no tengas miedo a esas sensaciones, ábrete a escucharte, a sentir, a experimentar las sensaciones de tu cuerpo, en ello está la respuesta.
A mí una crisis vital, una insatisfacción insostenible, un vacío profundo, una necesidad de algo que no entendía, me llevaron a descubrir mi propósito de vida, fue doloroso, intenso, creí que mi vida se quedaría en eso, no obstante poco a poco empecé a darle el sentido, poco a poco la luz se apropió de mi proceso y hoy estoy aquí, compartiéndolo, guiando, ayudando, no sé dónde terminare y no es mi interés planear, dejare fluir todo, como corre el agua en el rió.
Vive en el aquí y en el ahora, se valiente para escucharte, se valiente para hacerte cargo de tu proceso, te aseguro que tienes las herramientas, tu yo del futuro te lo agradecerá. Date el permito para encontrar tu propósito de vida.
Con todo el amor del mundo.
Mónica
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